
Las salas de consumo supervisado de drogas o más comúnmente conocidas como narcosalas son instalaciones sanitarias con supervisión profesional donde los consumidores de drogas (principalmente heroína y otras drogas inyectables) pueden consumirlas en condiciones seguras e higiénicas. Éstas salas de consumo, normalmente incluyen servicios muy especializados para usuarios de drogas.
Las “narcosalas” evitan que los consumidores de drogas lo hagan de la manera menos peligrosa posible y por lo tanto, no consuman en condiciones insalubres que pongan en peligro su vida y la del entorno que le rodea. Además de tener un equipo sanitario que evita daños o sobredosis, tienen un equipo de integradores y trabajadores sociales los cuales aprovecharán los espacios de las narcosalas para hacerles ver la importancia de un cambio de vida y ofrecer recursos con una red de profesionales para el momento en el que la persona decida dejar las drogas.
Es sorprendente el cambio del perfil del consumidor que se ha dado desde los años 90, dónde eran principalmente personas marginadas de la sociedad. Actualmente, el perfil del drogodependiente corresponde ahora a un paciente de nivel socioeconómico medio, de entre 30 y 40 años e integrado en la sociedad.
Las drogas dejan en Europa hasta 8.000 muertes al año por sobredosis, algo que intentan evitar o disminuir estas narcosalas. No hay que olvidarse que los drogadictos están considerados enfermos crónicos a los que hay que ayudar a desintoxicarse y a reincorporarse a la sociedad, algo que no siempre es posible.
En 2013, los datos de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) reflejan un descenso constante desde las 13.100 agujas recuperadas en 2004 hasta las cerca de 3.000 del año pasado. Y es por eso que las 'narcosalas' abiertas en los últimos años en la ciudad de Barcelona han permitido reducir en un 77% el número de jeringuillas usadas que se recogen en la vía pública desde 2004. La sala de consumo que más jeringuillas recoge en el territorio catalán es la que se encuentra en el distrito de Ciutat Vella, más conocida como Sala Baluard.
La sala Baluard:
La sala Baluard en Barcelona es un servicio de baja exigencia, que ofrece a la población drogodependiente unos servicios destinados a mejorar su calidad de vida, promover hábitos saludables, hábitos higiénicos, y fomentar un respeto hacia espacios públicos. Está situada en el distrito de Ciutat Vella, en el barrio del Raval y lleva funcionando desde 2004. Abierta de nueve de la mañana a nueve de la noche, siete días a la semana, atiende mensualmente a unos 500 drogodependientes diferentes, de los cuales un 60 por ciento son habituales. A cada nuevo adicto que llega se le realiza una pequeña entrevista y un análisis médico para detectar posibles enfermedades como sida, hepatitis C o tuberculosis. Desde CAS Baluard ofrecen la opción de iniciar un tratamiento (sanitario, social, y personal) a través de un equipo multidisciplinario.
Cuando un usuario de la sala Baluard decide empezar la desintoxicación se les deriva a hospital Sant Pau o Hospital Clinic de Barcelona, allí permanece 15 días, haciendo una desintoxicación de la substancia en un régimen de internamiento hospitalario. Una vez salen del proceso de desintoxicación se les puede derivar a comunidades terapéuticas, que son centros de acogida residencial, de carácter transitorio, proporcionan la acogida, la atención y la vida comunitaria para facilitar la integración social. Es un espacio social construido con la finalidad terapéutica de proporcionar a los usuarios un tratamiento integral que añade a las intervenciones tradicionales la potencia reeducadora de la experiencia participativa en la vida comunitaria, experiencia orientada a lograr el control y la extinción de las conductas adictivas.
La Sala Baluard a fondo:
Baluard cuenta con diferentes espacios:
- Recepción/ PIX : se realiza un registro de las personas que acceden, atender llamadas, seleccionar y archivar cartas recibidas de los usuarios, realizar intercambios de material para el consumo de drogas.
- EIA: sala de consumo por inhalación, donde se realiza una supervisión para un consumo higiénico y adecuado, proporcionan material de consumo (pipas, plata, rulos), se registran las entradas que se hacen, recogida de muestras de substancias consumidas para un análisis de su composición.
- EVA/Enfermería: sala de consumo por vía inyectada e enfermería, donde pueden tener consulta con enfermeros/as. Se realiza una supervisión del consumo higiénico y un uso adecuado, se proporciona el material necesario y asistencia en el consumo y sanitaria en caso de ser necesaria, registro de entradas.
- Salón: se sirven desayunos/meriendas y es el espacio donde se puede mantener más contacto social con los usuarios. En este espacio aparte de preparar los desayunos/meriendas, se realiza un soporte social, se detectan necesidades de los usuarios, se depositan o retiran documentos que se han guardado en la historia y se añade información a la historia del usuario, supervisar y registrar duchas y se registran todos los soportes y gestiones de la jornada.
Para acercarnos más todavía a la realidad que se vive en la Sala Baluard, le pedimos a Iciar López, integradora social de la Sala Baluard desde 2015 que nos cuente algún caso que haya vivido recientemente con algún usuario de la sala.
“ Hace poco llegó de un hombre de 41 años de origen pakistaní, el cual vive en la calle del barrio del Raval y consume cocaína y heroína por vía pulmonar. Nos hizo una demanda de ayuda para conseguir la nacionalidad española, y le explicamos que tenía causas judiciales pendientes y mientras no las resolviese no podría acceder a la nacionalidad. Tuvimos problemas para comunicarnos con él a causa del idioma, algo que nos suele ocurrir a menudo.”
Además, nos explica el vínculo que tiene la sala con los usuarios:
“Hay asambleas en las que los usuarios toman la palabra y proponen mejoras para la sala. En estas asambleas se detectan sus necesidades. Decidieron, por ejemplo, organizar un taller "de pintura libre al aire libre", del que salió una exposición en el centro cívico de Drassanes. Aquí, en la Sala Baluard reciben un trato de igual a igual, sin estigmas.”
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Usuarios de la sala Baluard en la Sala de Ocio (Juanma Ramos, www.elpuntavui.cat) |
En conclusión, la Sala Baluard, como muchas otras salas de consumo que podamos encontrar, hacen un trabajo socioeducativo y sanitario muy necesario tanto para las personas toxicómanas cómo para la prevención del uso de drogas de la sociedad.
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